miércoles, 10 de febrero de 2021

Las albóndigas de las Arrellano

"No desperdicies lágrimas frescas en dolores pasados" Eso dijo Eurípides. Escribirlo me ha costado un segundo, llevarlo a la práctica, estoy en ello.
Recuerdo que mientras escribía el capítulo de "Mujeres de hojalata" en el que describo cómo eran las albóndigas de cada una de las Arellano, sentí mucha hambre, pero de albóndigas. Tanta, que ese día dejé la escritura y salí a comprar carne picada y los demás ingredientes que utilizo en ese guiso. Se me hacía la boca agua mientras cocinaba y, una vez más, pensé en la capacidad de nuestra mente para crear necesidades, hacer real algo que solo vive en nosotros y forzar nuestra voluntad hasta conseguir lo que anhelamos.
La lectura nos aporta vocabulario, y por tanto, destruye nuestro miedo a no estar a la altura, a que nos falten palabras cuando queremos expresarnos. Los buenos lectores son excelentes conversadores. "Mujeres de hojalata", una novela escrita para ti.

 

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