lunes, 4 de noviembre de 2013

Nosotros creamos nuestra realidad


Sólo hay una manera de cambiar el mundo; cambiar nuestra forma de pensar. Cada día estoy más convencida.  Nosotros creamos nuestra propia realidad. 

Hoy os voy a contar una historia. Había una vez un cura cansado, quizá desmotivado, no sé, pero lo cierto es que nada se movía en su pueblo en torno a la iglesia. Eran minoría los padres que realmente se preocupaban por la educación religiosa de sus pequeños, los filigreses acudían a misa más por rutina que por devoción y si quedaba alguno con algo de entusiasmo, sólo tenía que ir a conversar con el cura para que se le quitaran las ganas de participar.

La frase favorita de este sacerdote era: "nada, en este pueblo no se puede hacer nada. Vienen los cuatro de siempre y nada más". 

Pero un día hubo cambio de ciclo y llegó a ese pueblo un joven sacerdote con ganas de hacer cosas, de llegar a sus feligreses, de llenar su iglesia de gente que supiera por qué estaba allí. Y comenzó a explicar, de forma sencilla y clara, qué significaba este rito y esto otro y decidió charlar con los niños y contarles historias religiosas como si fueran de Bob Esponja o algo parecido y los niños comenzaron a prestar atención. Y la iglesia comenzó a llenarse y se rezaba con devoción y cada vez más gente se acercaba al sacerdote para hablar con él, para preguntarle.

Y ahora dejo mi pregunta para vuestra reflexión, ¿cuántas veces decimos los vendedores "nada, en mi zona, con mis clientes, con mi empresa no se puede hacer nada". Hasta que llega un nuevo vendedor a la zona y la empresa descubre el potencial real que la misma tenía oculta. 

Buena semana tengas.

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