lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Os habéis fijado que las clínicas veterinarias son lugares alegres, donde tratan con una amabilidad sincera y bonita a nuestros queridos animales y a nosotros mismos? Mucho mejor que los Centros nuestros de salud, y no digamos de los hospitales, algunos de ellos cubiertos de pancartas queriéndonos convencer de lo que yo no estoy convencida.

Pero el artículo de hoy va dirigido al amor a nuestra profesión. He llegado a la conclusión de que la mayoría de los veterinarios realmente ama su trabajo y a los animales. Me gusta que llamen a mi gata, Telma, que es su nombre, que la mimen mientras la exploran, que procuren hacerle el menor daño posible, que atinen en el diagnóstico con tanta frecuencia. 

Mientras observaba esta escena me decía a mí misma, "son buenos vendedores, a lo mejor ellos ni lo saben e incluso, voy a creer que lo hacen porque les sale de muy dentro, pero, qué bien hacen su trabajo". 

Mejor nos iría en ventas si fuéramos profesionales por vocación, si estuviéramos convencidos de que nuestros productos y nuestras visitas representan una gran ayuda para nuestros clientes, si nos esforzáramos por aclararles las dudas y buscar la mejor opción pensando en su negocio en lugar de en nuestro interés, si les preguntáramos con cariño por ese asunto que le tiene preocupado. El trabajo tiene que hacer grande a la persona y esto sólo sucede cuando se practica desde el corazón.

Aprovecho para dar la bienvenida a los nuevos seguidores. Me he leído todos los comentarios, interesantes tanto en el contenido como en la forma de exponerlos. Ya sabéis, podéis seguir comentando todo lo que os parezca oportuno y preguntando también. 

Y aprovecho para recordaros que ya podéis encontrar en versión digital el libro No valgo para vender. 

Hasta pronto,  


8 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes! Está claro que cuando uno quiere lo que hace lo transmite y en concecuencia "lo vende" a los demás. Un saludo!

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  2. Cuanta razón tienes...
    Yo cuando voy al veterinario tratan a mi perro igual que le trato yo, le dan el mismo amor, cariño y mimos que le doy yo. Me siento super segura con mi veterinario y se que dejo a mi perra en buenas manos.

    Es una forma de vender el servicio que dan.

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  3. Es verdad yo lo hablaba el otro dia con mi padre abrieron un hospital nuevo aqui con gente super joven en mostoles y nosotros antes ibamos a alcorcon pues mi padre se cambio a mostoles la gente es mas joven y tiene interes en saber e intentar solucionar lo que les pasa que la gente mayor no esta a la espera de morirse o darle calidad de vida

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  4. Bueno mi hija trabaja en un hospital y a veces le da pena como tratan a las personas que aunque estén enfermas y se quejan en ocasiones en exceso no de deja de ser personas,y segurisimo que no desean estar ahí, no somos números, un trato digno y respetuoso aunque la persona ya este desahuciada no merece que la traten como basura

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