lunes, 28 de mayo de 2012

He Vuelto a Recibir Una Lección De Ventas

Gracias a todos los que se pasaron por la caseta 137 de la Feria del Libro, entre el sábado o el domingo, a saludarme. Qué bonito es poner caras a las personas.

Allí estaré, de nuevo, el próximo sábado de 11 a 13:00 horas y el miércoles 6 por la tarde.

Dicho ésto os cuento que en los intervalos entre firma y firma, la verdad es que me sentí fatal en la caseta: Demasiados escritores juntos en los tres metros de Entrelíneas,  y mi sorpresa fue que ¡¡ejercíamos nuestra faceta de vendedores en lugar de la literaria!!, aquello, como en mis viejos tiempos, antes incluso de que naciera la idea de No valgo para vender,  me bloqueó.

Si, me bloqueo porque yo iba preparada para saludar, para explicar el argumento de Los habitantes del campo de las amapolas, incluso, para regalar una piruleta a los niños y un marcapáginas a los papás pero, reconozco que no estaba preparada para competir con otros vendedores que pregonaban su oferta a todo el que se acercaba a menos de un metro del mostrador, casi le absorbían, le retenían con un "te gusta leer", "sabes que soy el autor de este libro" "¿te gustan las aventuras?... pasmada me quedé ante tanta energía e incluso, agresividad vendedora entre personas dedicadas al mundo de las letras.

Fijaos si me quedé pasmada que opté por observar, por salir de la caseta y observar aquel juego de ventas. Después de hacerlo durante un buen rato, decidí que no iba a ponerlo en práctica. Me desagradaba esa competencia entre vendedores porque se correspondía con un tipo de venta ansiosa, casi desesperada, por ser uno el elegido.Un tipo de venta descartada por mí mucho tiempo atrás.

Me fijé especialmente en un chaval, Jaime se llama, de trece años, autor de un libro juvenil cuyo título no recuerdo pero a él sí porque me dio una lección de ventas, con un estilo que no comparto pero que me interesa por lo que conlleva de aprendizaje.Ignoro su talento como escritor pero le auguro un gran éxito en el mundo de la comunicación y las ventas.

Jaime abría los codos para ocupar más espacio en el mostrador y con una rapidez y agilidad propia de una mente despierta y una juventud incipiente, se inclinaba hacia los paseantes y les atraía con un simple: "este libro lo he escrito yo".
-¿Sí? respondían los asombrados visitantes de la Feria, pero si eres un crío (los paraba y los interesaba).

Eso es lo que yo llamo "un cocodrilo" eficiente, me dije, este chico utiliza una llamada de atención que cumple su cometido porque frena al público ante él. Y después de ratificar que sí, que él era el autor del libro, se lo entregaba para que lo ojearan y vieran las ilustraciones. (mostraba el producto) El posible comprador ya estaba casi entregado en este punto. Entonces, con un verbo fácil y una seguridad más propia de los 40 que de los 13, Jaime se dedicaba a mostrar una sinopsis de su obra (argumentos) y ya, cuando el visitante casi rendido le seguía mirando con incredulidad, llegaba el cierre, el remate final.
Con una sonrisa de ángel estiraba el brazo, tomaba el libro y decía: "como te llamas, voy a dedicártelo".

Vendió muchos más libros que yo. Nunca terminas de aprender, Eloísa, me dije, este chava te ha dado, como diría tu padre, "un baño con ducha y todo".  Mi próximo libro lo titularé No valgo para vender en la Feria del Libro. 




2 comentarios:

  1. Buena forma de vender la de Jaime, ya sabes, intenta atraer a la gente, invitándola a acercarse a ver tu obra, cuéntales hasta la mas minuciosa de las cosas que te inspiraron, es como contarles tus intimidades, ellos notarán que les ofreces confianza y entonces ellos se sentirán mas cercanos a ti, y ahí los tienes a un paso de comprar tu obra.

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  2. Si durante muchos años he defendido que en ventas, como en otras muchas facetas de nuestra vida lo que quedan son los resultados, me veo obligada a reconocer que efectivamente Jaime utiliza una técnica de ventas muy eficaz, aunque no sea lo que yo considero profesional, pero ahí están las ventas: triplicadas a las de resto.

    Su carisma, su capacidad de comunicación, su facilidad para interesar al lector, un conjunto de todo ello le hace triunfador de nuestra caseta :).
    Yo, prefiero seguir contando que mis personajes son niños normales que se unen para ayudar al protagonista cuando se cae al pozo (amistad), que se preparan para luchar contra los Ñodos, bueno, no sigo que destripo el cuento :).

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